Una bella mujer de vestido largo, casi como de princesa, se encuentra en un espacio extraño, parece un departamento pero tiene una rara decoración, más bien minimalista, cientos de botellas plásticas sobresalen de las paredes. De pronto por la puerta entra un hombre, agotado por el cansancio de subir treinta y tres pisos a pié hasta llegar al departamento de la mujer, en busca de la recompensa “sustancial” que promete un cartel que encontró en la calle: la recompensa es para quien logre “interesarla, conmoverla y seducirla, en ese orden”.
Este es el singular punto de partida de Juan y Beatriz, obra que desde hace un mes se presenta con éxito en el Teatro Mori de Bellavista, y que pone en escena al conocido actor Tiago Correa y a Carolina Cartagena, una actriz chilena poco conocida en nuestro medio, pues ha hecho gran parte de su carrera en México, pero que deslumbra por su oficio y calidad actoral.
El texto de Carole Fréchette, actriz, dramaturga y ensayista feminista canadiense, es llevado a escena bajo la dirección Carlos Díaz, y resulta ser una historia de amor, una clásica y a la vez original historia de amor. Beatriz ha empapelado la ciudad con carteles en los que ofrece una jugosa recompensa para quien la haga sentir aquello que se supone debe sentir alguien enamorado. La escritura de la dramaturga resulta ser así una mirada lúcida que examina el amor, tal y como nos han dicho que debe sentirse, explora en los miedos y autoengaños de estos personajes, ambos de algún modo desamparados.
Tanto Juan como Beatriz son personajes que llegan, en las interpretaciones de los actores, a lugares profundos, están llenos de matices realmente atractivos, divierten al tiempo que van poco a poco introduciendo al espectador en un universo complejo de dolores, frustraciones y esperanzas.
La propuesta resalta por ser un ensayo inteligente en torno al amor, pero sobre todo por demostrar que es posible volver a contar historias de enamorados de una forma atractiva sin caer en las mismas formulas hechas y manidas que tantas veces hemos visto en cine, teatro y televisión. Resulta reconfortante salir de la sala con esa extraña sensación de estar un poco aturdido, de no saber bien que fue lo que ocurrió, de no saber en definitiva si el amor es algo bueno o malo.
Aun cuando Juan y Beatriz es una historia de amor, y como tal resulta completamente; es sugerente examinar el modelo de “amor romántico femenino”, que nos propone la dramaturgia de Fréchette, al no dejar del todo claro si sostiene una imagen de la mujer indefensa que busca al príncipe azul o si todo se trata de una ironía que se está satirizando aquellos modelos.
Es en definitiva una historia contada con gran belleza, tanto actoral como dramáticamente, que no se plantea desde lo obvio, que permite divertirse a la vez que reflexionar, y que destaca por una atractiva propuesta estética, tanto en lo visual como en lo musical (no lo dije antes, pero la música de la obra es otro de sus puntos altos), y que trae de vuelta a los escenarios nacionales a una notable actriz chilena, que lleva de gran manera el ritmo de la obra.
Los Datos
Autor: Carole Fréchétte
Director: Carlos Díaz
Asistente Dirección: Silvia Vergara
Compañía: Rompecabezas
Elenco: Carolina Cartagena y Tiago Correa